Escuela con Alma surge como respuesta innovadora, ante un sistema educativo que no ofrece soluciones efectivas a la actual crisis global en la que vivimos. Hemos sobrepasado los límites de la deshumanización, el consumismo, y el materialismo como forma de vida; y, lejos de satisfacernos, nos sumimos cada vez más en un vacío existencial, la gran lacra de la sociedad contemporánea. Buscamos recetas, reformas, milagros que nos puedan aliviar tanto sufrimiento y frustración. Seguimos buscando fuera lo que olvidamos mirar dentro de nosotros. Tratamos de resolver los conflictos bélicos, el paro, la escasez de recursos, el fracaso escolar, la violencia callejera, la creciente inmigración, etc. con soluciones que “parchean” un presente y que, lejos de solventar, promueven la desconfianza, el desamparo, el racismo y la intolerancia.
En un momento en el que la figura del docente, sufre un gran deterioro y falta de reconocimiento, surge Escuela con Alma, con el ideal de transformar la “visión” que la sociedad tiene del docente, devolviendo así, la dignidad y el reconocimiento que tal profesión merece. Partiendo de la propia transformación del profesional, desde su práctica diaria, hasta lograr reorientar y completar, con este nuevo paradigma, la formación de los futuros profesionales de la educación, y alcanzar el fin último: transformar las leyes educativas, de modo que sean un corpus útil, aceptado y consensuado por todos, que permita ser la fuente que transforme la sociedad y un legado que perdure en el tiempo. En un momento en el que el alumnado muestra una creciente falta de esfuerzo y motivación en su proceso de enseñanza-aprendizaje, Escuela con Alma viene a recordar y acompañar en el camino de retorno al “hogar”, el reencuentro con su propio Ser.
Ampliando la mirada, para que el niño redescubra el verdadero potencial que guarda en su interior, ampliando su capacidad creadora, devolviendo el entusiasmo y la alegría de Ser protagonista de su proceso de aprendizaje. La raíz, el fundamento de las futuras sociedades, y la única esperanza, es la educación de nuestros niños y niñas. Si no logramos sembrar Amor, Compasión, Comprensión, desde la infancia, ¿cómo vamos a erradicar la violencia? En las escuelas, se habla de paz, igualdad, respeto tolerancia, sin embargo, ¿hasta qué punto se modifican los hábitos comportamentales? ¿Cómo vamos a generar ciudadanos libres capaces de construir una sociedad pacífica, democrática, si educamos en conceptos, palabras que no son vivenciadas e integradas de un modo experiencial, conceptos que no emocionan, que no atraviesan el corazón? No hay verdadero respeto sin el conocimiento. No hay libertad sin responsabilidad.
Es, en los primeros estadios del crecimiento, donde se adquieren estrategias de pensamiento y hábitos de conducta, que capacitan al niño para alcanzar una vida plena y feliz. A través del autoconocimiento, la autogestión de sus emociones, y la canalización de su verdadero y único potencial interior -fundamentos de Escuela con Alma– se logra crear a niños y niñas “Transformadores Sociales”, que habiendo crecido en la paz y vivido en el Amor, traigan la Paz y el Amor al Mundo.